En el año 2016 inicié con el Museo de la Cal de Morón el primero de estos cursos en las instalaciones de Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura en Sevilla. Este año impartiré la sexta edición, que posiblemente hubiera sido la séptima de no ser por las limitaciones exigidas por la pandemia. En cualquier caso no pensaba que alcanzaría un número tan elevado de ediciones, pues pensaba que no despertaría tanto interés, y que como mucho llegaría a tres o cuatro ediciones.
Un centenar de alumnos de diversa procedencia se han inscrito a estos cursos, con el cartel en cada edición de completo. Procedentes de distintos lugares de la península, de Baleares y de las islas Canarias y también algún alumno de países de la Unión Europea , han hecho el esfuerzo para asistir al curso. La participación de arquitectos, aparejadores, empresarios, albañiles, restauradores, historiadores, y un largo etcétera, ha dado a este curso un perfil multidisciplinar muy enriquecedor en lo profesional, y también en lo personal, que ha sido uno de los motivos por los que cada uno de estos años he emprendido el largo viaje de Vila-real, mi ciudad, a Sevilla. A la finalización de cada curso he tenido la sensación, corroborada por las evaluaciones finales, de que los alumnos se han ido satisfechos por el desarrollo del curso y que el esfuerzo les mereció la pena. Algunos me han manifestado que lo aprendido les ha sido de mucha utilidad en su actividad profesional. Ha venido incluso algún alumno a mostrarnos su trabajo en ediciones posteriores, y hemos podido visitar, en ediciones recientes, las obras de las murallas de la Macarena acompañados por los técnicos de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, exalumnos del curso, que ha redactado el proyecto. Esto es bien satisfactorio, pues evidencia la utilidad de este curso de carácter teórico y práctico, con un total de 24 horas, en el que siempre ha reinado el buen ambiente y la colaboración. En el octubre próximo emprenderé de nuevo el viaje a Sevilla, con la ilusión de siempre.
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